Guía comercial de Flaubåter
La vuelta del pantano es tranquila para nuestros aventureros, arriban a Flaubåter al caer la tarde, con tiempo suficiente para ver que la práctica totalidad del barrio de barcas ha desaparecido, el Hus y los negocios más osados están en el puerto viejo. Los portones de los barrios permanecen cerrados y la actividad en el puerto es prácticamente nula. Incluso la noche de verano mantiene el aire fantasmal.
Así localizan el Hus y hacen noche allí, a la espera de que el nuevo día mejore el ánimo.
Por la mañana se reparten las tareas, Hvem y Kekoso van a vender las armas y armaduras incautadas el día anterior. En el puerto los negocios siguen abiertos pero sin sacar la mercancía a la calle, hay un ambiente de desconfianza en el aire. Localizan una armería que les inspira confianza, “Herrería Carlangas”, el tendero se muestra reticente a abrir, Hvem viste su alter ego, George Peperoni, nadie conoce a George Peperoni en Flaubåter y va acompañado de un kenku, un poco de conversación del simpático Peperoni y la visión de un buen cargamento de armas nuevas hace que se les abran las puertas.
Tras regatear un rato consiguen la importante suma de 3750 monedas de oro, todavía un poco lejos de la cifra que demanda Titok, se las dará esa misma tarde. También les comenta los hechos de las dos noches anteriores.
La noche que partieron se produjo el linchamiento de Tinín, un elfo comerciante muy querido por todos, la guardia de la ciudad no hizo nada y el descontento se apoderó de los elfos de la ciudadela que desde la tarde estuvieron hostigando a los comerciantes del barrio griego y por la noche hubo enfrentamientos por toda la ciudad. La guardia solo actuó contra los elfos y es evidente para todos que ya no está al servicio de la ciudad sino de los griegos.
La resignación de los ciudadanos es bastante evidente, son muchos años sabiendo que iba a ocurrir, que como tantas ciudades antes, terminarían controlados por los griegos. La Ciudadela de los elfos y la zona de los templos son los reductos en los que todavía es fuerte Siv, en el barrio Griego y el Arrabal son los griegos los que mandan. Mientras tanto, Magala, el líder del asentamiento griego, guarda un diplomático silencio.
Hvem, ahora George, y Kekoso van a la taberna del chicharro a esperar a Dársien.
Darsien va a hablar con Siv pero se encuentra el acceso al embarcadero privado fuertemente vigilado por la guardia, evita el enfrentamiento directo y opta por ponerse su perla de respirar bajo el agua y pasar buceando. Burla a los guardias que están más pendientes de la partida de dados que de su deber.
Leveltharos, lugarteniente de Siv |
Para el senescal la única opción de recuperar la ciudad es capturar un grupo de fanáticos y demostrar que son los propios griegos que quieren desestabilizar la ciudad, eso permitiría recuperar el apoyo del Arrabal y decantaría los barrios que están indecisos.
La marinera percibe que Leveltharos tiene todas sus energías centradas en la ciudad, le pide que le ayude a recuperar las amuletos, necesita 5000 monedas y un salvoconducto. Leveltharos le confiesa que la ciudad no dispone de ese dinero ahora, hay muchas voluntades que mantener cercanas y eso cuesta dinero, le preocupa el hoy, el salvoconducto lo redacta en un momento y se lo entrega a la espadachina. No puede hacer más.
Darsien vuelve con sus amigos usando la misma estrategia, sumergirse con la perla mágica y nadar. Los guardias siguen demasiado enfrascados en su partida de dados y así la marinera puede volver a su barca sin más preocupación.
Darsien le cuenta a sus amigos la petición de Leveltharos y mientras acuerdan un plan de actuación en la calle se cruzan con un nutrido grupo de ciudadanos exaltados que se quedan observando al heterogéneo grupo, un kenku como Kekoso siempre es llamativo y más para una turba furiosa de racistas, así, uno de ellos, bajito, enjuto y con cara de loco, el Rata, se queda mirando a Hvem y duda de si es un elfo.
Hvem mantiene su engaño, él es humano y le sobra humanidad como para partirte la cara al “puto” Rata.
- ¿Me estás vacilando?
- Qué.
- Qué.
Y Hvem termina con el Rata de manera instantánea. Su idea es que la turba quede impresionada por el despliegue de habilidad, pero no hay suerte y la trifulca se desata.
Por una vez la cobardía innata de Kekoso le hace bien, Hvem rocía el polvo de estornudar (que el creyó en su momento polvo de invisibilidad) sobre la muchedumbre y contiene la respiración, esa acción consigue dejar a sus rivales fuera de combate el tiempo suficiente para que los aventureros den buena cuenta de todos ellos, todos menos uno que huye y Hvem le dice “que todos sepan que George Pepperoni es magnánimo y es un humano”.
Cuando están registrando los cadáveres descubren que la mitad son soldados griegos disfrazados burdamente, incluso tienen sus tatuajes de militares, el resto, por la determinación de su furia y sus ropajes parecen cultistas, probablemente de Svartur. En el laboratorio de Docunaç había una lista de nombres, probablemente estos estuviesen allí.
Pero su actividad es interrumpida por un nutrido grupo de guardias, lo que hace que los héroes abandonen la escena y les persiga media docena de guardias de la ciudad.
Los guardias restantes se encargan de llevarse los cuerpos y decir que unos elfos han atacado a estos inocentes ciudadanos de bien.
La persecución que sigue se desarrolla por las callejuelas del arrabal de Flaubåter, Hvem es veloz como una sombra y enseguida deja a los guardias atrás, aprovecha unos salientes y continúa desde los tejados. Darsien y Kekoso no logran despistarlos y llega el momento en el que les dan caza. La situación problemática la soluciona el elfo desde las alturas, salta desde un lado de la calle al otro y desde arriba abate al guardia que llevan más cerca, el siguiente duda, pero enseguida cae bajo el fuego de Hvem.
Pasado el peligro más inminente, los aventureros se esconden en El Camarón Saltarín, una freiduría de prestigio en el muelle sur.
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