2018/11/23

Los Sucesos de Flaubåter 5


Nota del Máster
Ya es tarde para cambiar muchas cosas, pero en adelante intentaré encontrar nombres más sencillos para los sitios y los personajes, es absurdo buscar palabras impronunciables solo por molar, Flaubåter (pronunciado flauboter) significa Barca avergonzada, seguro que de haber llamado a la ciudad así o cualquier cosa similar habría funcionado lo mismo.
En esta ocasión tuvimos una jugadora visitante que haría el papel de Cuerno rojo, la bárbara Tålvik.
Por último, volvimos a cambiar de ubicación al bar de mi amigo Nicolás, con quien empecé a jugar a rol hace casi treinta años.
Nuestra mesa en el Drinks&Pool.

Pájaro de mal agüero

Los jugadores necesitaban un descanso, no quedaban conjuros para lanzar y la vida pendía de una cuerda.
Reunieron a los niños y poco a poco lograron desandar el camino, Eleim estaba en las últimas.
Al llegar al exterior se encuentran que ya no está su esquife pero un enorme cuervo negro les observa, cuando salen todos el cuervo se va.
Afortunadamente otro esquife pasa por ahí, es un transporte del senescal que trae a una norteña visiblemente ansiosa, se trata de Cuerno Rojo, una Tålvik que trae un mensaje para Levéltaros, el elfo que ejerce de mano derecha de Siv, sacerdotisa y gobernante de la ciudad.
La embarcación les transporta hasta la entrada subterránea del palacio, allí les recibe Levéltaros con su cuervo y les ofrece hacerse cargo de sus heridas.
Le ven preocupado, muy preocupado, hace un aparte con Alázatos, le dice que sabe que no se llevan bien, pero que son momentos muy complicados y hay que evitar las rencillas personales, el bien común. La ciudad necesita gente de sus capacidades para afrontar los tiempos que corren.
Le preocupan las noticias del norte y la beligerancia de los griegos.
Les ofrece ir a una sala donde les tratará las heridas, Eleim necesitará un tratamiento más complejo que unos hechizos de curación y Alázatos también, el sanador elfo le cominuca que él también está contaminado por el mismo mal que su compañera.
Los aventureros le han traído la cabeza del slaad y la larva sacada del cuerpo de Eleim. Guarda cuidadosamente la larva en un tarro de contención y echa al fuego la cabeza del slaad.
Darsien y Cuerno Rojo van a informar de lo sucedido a la propia Siv, cuenta que Vorinfoss, el puesto Tålvik donde vendía las pieles de las bestias que caza, había sido atacada por Hobgoblins, el templo había sido saqueado y habían raptado a varios niños.
Había noticias similares de Messen, Ravine y Bullen, en la comunidad Tålvik cundió la preocupación, no ya por las incursiones de monstruos, eso es algo a lo que están acostumbrados, sino por lo coordinado de los ataques, estaban buscando específicamente los amuletos de los templos mayores.
Inmediatamente se organizó una expedición a Fjkse, el hogar ancestral de los Tålvil, el templo principal.
Cuando llegaron la encontraron también saqueada pero esta vez había decenas de Hobgoblins muertos, creen que un grupo de héroes de Røros los están dando caza.
Pero hay otra cosa mucho más preocupante, de las entrañas de Fjkse surge una negrura, una ponzoña, que está corrompiendo la naturaleza a su paso, el río Langsom está contaminado casi hasta la laguna, la ciudad tiene que prepararse porque el mal se acerca.
Siv queda preocupada pero no puede hacer nada si sus fuerzas están agotadas, las manda a dormir inmediatamente.
Durante la noche duermen el sueño de los justos pero Alázatos y Eleim tienen pesadillas, la misma pesadilla:
En un lugar oscuro, un suelo de agua como un espejo negro ven la figura de un hombre vestido con una capa de mar que les observa, de su capa caen criaturas marinas, detrás de él aparece la imagen de una de las criaturas anfibias rojas, luego otra y luego otra, la paz del agua que es como un espejo se ve interrumpida y se acerca una gigantesca ola, la ola les ahoga y antes de abrir los ojos ven en la profundidad una criatura tentaculada de un tamaño imposible, el propio Svartur.
Al despertarse Alázatos grita, nota un sabor en la boca que le recuerda al Slaad que le atacó.
En cambio Eleim está erguida, dura como una tabla y de su boca borbotea agua, cuando la despiertan dice:
T’ik uri Āwilopisi - Itom Nga Kugita - Svartur Kolkrabba
Sin tiempo a más se dan cuenta de los gritos que llegan de la ciudad, por la ventana ven como una marea de agua negra llega a la ciudadela, en cuanto el agua toca la roca donde se yergue la ciudad, Eleim cae en un coma del que no logran despertarla.
Levéltaros está en la habitación y ha oído las palabras de Eleim, son las mismas que pronunciaba un tal Kekoso cuando reapareció, era un criminal local, el jefe de la banda de los Plumas Negras que controlan la zona vieja de Båtområdet, un día desapareció en el pantano y nadie supo de él hasta el día siguiente al eclipse, ese día llego a la plaza del templo repitiendo el nombre de Svartur, estaba cambiado, abrazó la fe de Frey (dios de la luz y el sol) y se ha convertido en un curandero prodigioso.
De su tiempo desaparecido cuenta que estuvo en un lugar húmedo, un pantano negro infinito, lleno de monstruosidades y aberraciones que desafían a todo entendimiento, cuenta que se alimentó de peces abisales y que pudo escapar por una abertura de luz roja que se cerró rápidamente pero que por ahí escaparon más cosas.
Decía cosas sin sentido, pero siempre Kekoso habla sin sentido.
Insiste en que tienen que ver a Kekoso y que lo pueden encontrar en La Grua Torcida.
Los héroes se dirigen allí; es una roca que en su tiempo albergó un muelle de carga pero quedó en desuso por lo pequeño de su calado, la grúa cayó durante una tormenta y ahora es la zona donde se llevan los barcos viejos para que sirvan de escollera contra las aguas altas de las tormentas.
La silueta de la grúa torcida es inconfundible, un amasijo de maderas y cordajes que las inclemencias del tiempo y la dejadez de las personas han dejado convertido en chatarra. A su alrededor hay unas chabolas que parecen habitadas y dos esquifes destartalados amarrados. Una de las chabolas es más grande y de ahí surge el ruido de unos ronquidos indolentes, en lo alto de la grúa torcida hay unas figuras humanoides que emiten unos ruidos que a ratos recuerdan el habla.
Dibujo de Albert Monteys.
Se trata de dos Kenkus, criaturas humanoides somo cuervos del tamaño de personas y sin alas, uno de ello con tres largas plumas rojas con las manos atadas a la espalda y el otro con un ojo podrido. El del ojo podrido va a tirar desde lo alto de la grúa al de las plumas rojas. En el suelo espera el que parece el líder, lleva una pesada cadena de hierro y parece que está en medio de una ejecución sumarísima.
Cuando llegan los héroes preguntan por Kekoso y entienden que es el de plumas rojas, el que está en peligro de muerte.
Dibujo de Mikelodigas.
Los héroes abaten al Kenku del ojo podrido a la primera, el combate es tan rápido como encarnizado, los Kenkus mantienen la distancia con sus arcos pero los héroes parece que van a conseguir una victoria fácil, entonces, de la chabola grande desciende un enorme ogro que dificulta las cosas, para colmo, Hvem recibe mucho castigo y es baja, Kekoso desde arriba intenta desatarse y va ayudando con sus poderes curativos a los héroes.
Dibujo de Mikelodigas.
El líder de los Plumas Negras escapa y el ogro muere mientras lamenta que no volverá a ver a su hermano.
Los héroes saquean el campamento encontrando gran cantidad de monedas, una poción de respirar bajo el agua y una polvera con dos usos de polvos de desaparición.

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