Dentro de la trama de la serie no avanza demasiado, pero hace un estudio de personajes y de género que sube el nivel de la serie hasta cotas muy altas; utiliza todo el trasfondo de las cuatro temporadas anteriores para hacer episodios únicos realmente deliciosos, con escritores invitados como Stephen King y William Gibson, ahí es nada...
La tercera y cuarta temporadas se centran en una discusión bizantina sobre creer o no creer, sobre conspiraciones y la naturaleza de la verdad, muy entretenidas y fundamentales para los que amamos las series buenas, se llevan 4/5, pero la buena, buena, buena, es la quinta.
5/5 Imprescindible
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