2019/03/25

Los Sucesos de Flaubåter 13

Un plan genial.

Nunca un plan en la historia de los juegos de rol salió bien, eso nunca sucede.

Su pelea matinal contra los cultistas y los guardias ha calentado mucho el ambiente en la ciudad, el arrabal está indignado, el barrio griego clama sangre y la guardia está en máxima alerta, los héroes deciden que hay que cobrar la venta de las armas y salir cuanto antes al pantano para llegar a reunirse con Titok esta noche.
Hvem remoza su disfraz de George Pepperoni y emprenden camino, pero sus problemas no paran de crecer.
Al llegar a la Herrería Carlangas, el trío de héroes se encuentra que está fuertemente custodiada, hay dos guardias en el exterior y otros tantos en el interior, también se ve a dos “ciudadanos preocupados” (fornidos soldados griegos mal disimulados de paisano) a los pocos metros, y dos más en el interior, amenazando al herrero que discute con Spillt, el infame jefe de la guardia.
Hvem, como el Sr. Pepperoni, intenta entrar a la tienda, pero la guardia se lo impide, insiste en que es amigo de Spillt y consigue que llamen al capitán de la guardia, este sale a regañadientes y no conoce a Pepperoni, está demasiado ocupado extorsionando al mercader, ordena que se vaya. Al elfo le da tiempo a ver un cofrecillo lleno de monedas de oro en el mostrador, probablemente el pago para los aventureros. Hvem vuelve a intentar entrar pero los guardias le echan de malos modos, los griegos se yerguen como buscando follón y el elfo termina volviendo al callejón con sus amigos.

Spillt, el corrupto capitán de la guardia.
Intentan trepar a algún edificio para acceder a la tienda por el tejado, pero no encuentran el sitio adecuado, para cuando terminan con la fallida tarea ven cómo los guardias salen de la tienda.
Abren la marcha dos guardias, tras ellos, Spillt, que porta el cofrecillo, inmediatamente después los cuatro fornidos griegos llevan tres fardos y un carro con las armas y armaduras incautadas al mercader, cierran la comitiva otros dos guardias.
Los aventureros piensan rápido, adelantan a los guardias por una calle paralela y toman posiciones, Kekoso en el callejón de la aguja, junto al portal sombrío de una casa de enormes columnas de piedra y en la calle de los tintoreros se esconde Hvem flexionando los dedos como un profesional, Darsien se queda por delante, en la calleja del tonel, como refuerzo.
Esperan a que la comitiva llegue al punto ideal y el plan se pone en marcha, Kekoso lanza Espíritus guardianes, un conjuro que ralentiza a los enemigos que se quieran mover a su alrededor, y Darsien grita pidiendo auxilio, son guardias corruptos, no van a ir a ayudar, pero así se asegura distraer un mínimo al grupo, entonces Hvem (todavía Pepperoni) corre a robar el cofre de las manos de Spillt
Y no lo logra, se queda rodeado de enemigos forcejeando con el voluminoso jefe de la guardia.
El trío de héroes actúa rápido, Darsien lanza un hacha contra la mano de Spillt y le fuerza a soltarla del cofre, desafortunadamente, no es suficiente, entonces Kekoso usa su conjuro de Orden imperiosa para obligarle a cumplir su orden: “duerme”. Spillt cae dormido y Hvem se queda el cofre, con sus veloces pasos de elfo sale de la zona como si no hubiera estado allí jamás. Los guardias de delante intentan llegar a Darsien, pero es más rápida y les lleva ventaja, también escapa.
Queda el indefenso cuervo para contener a los cuatro griegos y los otros dos guardias que se acercan a él… pero ahí se quedan, no pueden avanzar a través de su poderosa magia. Están demasiado cerca, no podrá contenerlos eternamente. El kenku huye a un pequeño recoveco oscuro de la calle pero para cuando los guardias llegan, ya no está… es imposible, ¿qué ha sucedido?
Entonces llega Spillt, no puede ser, malditos inútiles… Ordena recoger el cargamento y llevarlo al puerto griego. No llegó a distinguir a la mujer que le lanzó el hacha, pero empieza a sospechar, en cuanto la pille, va a rebanarle el pescuezo.

La calle se llena de curiosos en cuanto se van los guardias, no están de acuerdo en qué ha sucedido, todo ha ido muy rápido, nadie se fija en el portal del pequeño callejón de la aguja, del interior de la columna sale Kekoso, su conjuro de Fundirse con la piedra ha funcionado a las mil maravillas.

Los tres aventureros se encuentran en el Hus, Darsien trae un esquife mientras la tarde empieza a caer.


Por una vez los planes han salido como es debido. No durará mucho.

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