Arañitas.
El viaje:
La primera jornada transcurre sin incidentes hasta que llegan a la granja de Arturo, le ha nacido un gallo que habla y luce tres plumas rojas, Darsien cae prendada de él inmediatamente y se lo lleva de camino, lo llama Piquito.
El segundo día da paso a una naturaleza más salvaje, más exuberante, casi no hay animales, no hay peces ni grandes bestias, pero hay gran cantidad de insectos.
A medida que avanzan se va volviendo evidente, árboles de tamaños centenarios que compiten los unos con los otros agotando los recursos. La sensación es extraña porque hay muchísima vegetación muy robusta pero todo tiene un aspecto insano.
Y el silencio, el río baja muy vacío, haciendo que en algún caso se corra peligro de embarrancar y los restos de animales se ven comidos por la vegetación. Solo bajan llenos los afluyentes pero del ramal principal, nada.
Espantanubes:
A escasas dos horas de llegar a la entrada del barranco encuentran a Espantanubes flotando a la deriva, está envuelto en un capullo de seda de araña en el que las algas han empezado a proliferar y así han detenido su navegación.
Cuando lo despiertan les pone al día y les dice que los druidas han empezado a matarse entre ellos y les pide salvar al Tío Lobito. Espantanubes está cubierto de pupas que resultan ser huevos de araña a punto de eclosionar, Elleim hace de tripas corazón y cura al niño mientras Darsien lo intimida.
El niño ha estado vigilando al círculo de druidas y ha sacado varias conclusiones.
• El Abuelo Baraka ha usado algún tipo de encantamiento con ellos, no son ellos mismos, están obsesionados con su misión.
• Han sacrificado su poder, su esencia y su salud para traer una naturaleza vegetal sin control
• En Fjkse se ha manifestado un enorme árbol semitransparente.
• Los druidas se están enfrentando entre ellos por acompañar a Baraka, no tiene muy claro por qué ni a dónde.
Para cuando llegan a la zona del barranco ya no hay caudal para la navegación y deben dejar el barco, la aportación del río es nula, algo en el barranco se está quedando con toda el agua.
Los árboles son de un tamaño imposible, algo que solo se puede ver en el corazón de Lukket Skog, más de 250 metros de alto con troncos de deben ser de 25 metros de diámetro. Las hojas de los árboles adquieren tal densidad que prácticamente no llega luz al nivel del suelo. La vegetación es tan densa que avanzar se hace difícil y la marcha es muy tortuosa.
El laberinto de la entrada ya no es más que un cúmulo de rocas hechas añicos por las raíces y no quedan ni restos de las setas que solían albergar.
Tras una marcha tortuosa poco a poco les empieza a afectar un sopor, es un sueño del que les cuesta despertar. Cuando se dan cuenta de que algo pasa ya están pisando las hebras pegajosas de la guarida de Arañón y no saben muy bien por dónde han llegado.
La guarida de Arañón:
Se encuentran en medio de una estancia cubierta de tela de araña donde la luz del exterior se filtra un poco más, todo está cubierto de seda y caminar cuesta muchísimo, todo es pegajoso, en el centro de la gran abertura se encuentra el enorme capullo de seda de araña con la forma de Rúdolf, un gigantesco alce. Las aventureras se apresuran a romperlo y en su interior descubren el cuerpo totalmente descompuesto del que fue el druida, miles, cientos de miles de arañas de todos los tamaños se mueven por doquier, por cada hebra de tela caminan las arañas, es realmente aterrador. Hay arañas por todas partes y un sistema de túneles oscuros a diversas alturas por los que solo se podría pasar reptando.
Todo esto es demasiado para Elleim que desoye las advertencias de sus compañeros y en un momento de enajenación usa su fuego mágico para quemar el cascarón donde reposaba el cuerpo de Rúdolf.
El fulgor es instantáneo y parece consumir a Elleim, pero extrañamente, el fuego no avanza, no calcina a los aventureros.
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