2019/12/06

Los eventos de Fraubåter 24

Las cosas que puede hacer una Araña.

Ana, la jugadora que controla a Eleim ha vuelto a encontrar trabajo con lo que abandona la partida y lo hace por una buena razón, esperamos que el trabajo le dure y la haga muy feliz. Había que suplirla rápidamente y así encontramos la ayuda de Mike, bienvenido.


Una llama de un brillo blanco intenso rodeó a Eleim, pero el fuego no se extendió, cuando se apagó, en la retina de los aventureros quedaba la silueta oscura de su amiga y luego la oscuridad.
Para todos menos para Hvem que con sus ojos de elfo podía ver una silueta muy diferente en el sitio que ocupaba antes su amiga.
—¿Eres Baraka?, preguntó.
—No, quién eres tú, respondió una voz de hombre en la oscuridad.
Enseguida el hombre misterioso usó un conjuro de luz que volvió a iluminar la estancia. Se trataba de un militar griego con uniforme de los temibles magos de batalla.
El hombre les contó que el mismo Zeus le había transportado hasta aquí y que Eleim le había pedido que cuidase de ellos, a nadie pareció sorprenderle. El sacerdote de Zeus se llama Maikos.

Maikos, sacerdote de Zeus.

El grupo optó por seguir el camino que pareciese más práctico para traer al difunto Rúdolf hasta aquí y salió Hvem en avanzadilla.
Caminar por los pasillos era bastante penoso pero Hvem lo hacía con soltura, finalmente llegó a una estancia más grande donde había lo que en algún momento fue una barca con dos hobgoblins y un fardo grande que ahora estaban prácticamente irreconocibles por el capullo de seda que se había formado a su alrededor. El elfo se paró a investigar pero dos sigilosas arañas colgadas del techo lo atacaron, primero con sus pegajosas telas y luego consiguieron morderle con sus fauces envenenadas.
Enseguida acudieron sus compañeros que en poco tiempo lograron vencer a los arácnidos.

Las arañas gigantes en su cueva.

Investigando el fardo encontraron gran cantidad de dinero en lingotes, todos marcados con sellos griegos, y varios objetos mágicos.
• Una perla de poder que se quedó Maikos.
• Unos guantes de escalar y nadar que cogió Darsien rápidamente.
• Unos anteojos del águila que se puso Neska.
Espantanubes intentó guiarles por un trecho pero no pudo ser, el niño no encontraba una referencia, Darsien propuso ir hacia arriba, tarde o temprano tendrían que encontrar una salida.
Otra vez Hvem guió la tortuosa marcha hasta que llegó a una abertura por la que se veía el sol. Cautelosamente salió y pudo ver a una araña gigantesca, del tamaño de una carreta, en medio de una gran tela redonda que había tejido en un claro del bosque, parecía una gran trampa para cazar a todos los que intentasen entrar y todos los que intentasen salir.
La suerte se alió con el elfo que pasó invisible para la araña y atacó con su arco dañando salvajemente a la bestia.
La bestia vomitó una sustancia pestilente sobre los aventureros que intentaban salir pero no fue suficiente para acabar con ellos, Neska atacó con flechas desde dentro del agujero y la sangre que escurría del gigante arácnido manchaba, como siempre, su cabello, Darsien trepó por las gruesas hebras que componían la trampa para llegar hasta la araña y atacó, otra vez las tripas del arácnido cayeron sobre Neska.
Maikos muy inteligentemente usó su magia para, con una sencilla taumaturgia, causar una vibración en la tela que permitió confundir sus sentidos.
El combate duró como para que Darsien quedase paralizada por el veneno y que usase otra vez su aliento venenoso sobre Maikos y Hvem.
La criatura murió a manos de Neska, pero los restos que cayeron sobre ella en el último momento no fueron de araña, fueron sangre y vísceras humanas. Ahí terminó la vida de Arañón.
Al morir el druida loco, toda la tela que había tejido se disolvió rápidamente y pudieron continuar viaje sin más problema que el propio de un bosque tremendamente denso.

Al caer la tarde divisan algo parecido a un claro, se trata de uno de los característicos mayos de Rôros que, por el crecimiento de la vegetación ha caído arrasando la masa arbórea de la zona, de momento los grandes árboles no lo cubren pero sí que hay matojos creciendo por las grietas, la vegetación es imparable aquí.

Neska aprovecha para mirar al horizonte usando los anteojos de vista de águila que encontraron en el bote de los hobgoblins, a lo lejos, el enorme árbol místico se ve con detalle, se ve como la parte inferior está habitada, que hay caminos plateados que unen las ramas principales y hay orbes en las puntas de algunas ramas.

Los aventureros están maravillados, pero Espantanubes apunta con tono preocupado a una sombra entre las grandes lascas de piedra, un lobo de proporciones enormes parece dormir, el niño parece reconocerlo…

¿Tío Lobito?

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